Club de cuervos
/POR Khalea Robertson
REVISADO POR Adriana Becerra
Así describe la serie mexicana Club de Cuervos Jay Dyer, uno de sus guionistas y productores ejecutivos y así es realmente. Bueno, por supuesto sin ejecuciones y con muchas más risas, pero sí, la primera serie hispanohablante producida por Netflix trata de una lucha de poder entre una familia suscitada por la muerte de su patriarca.
Los adversarios protagonistas de este torneo son Isabel y Salvador “Chava” Iglesias Jr., medio hermanos que, gracias al testamento de su padre, el fallecido Salvador Iglesias padre, se les entregó a partes iguales “Los Cuervos de Nuevo Toledo”, un club de fútbol que es el orgullo de este pequeñito pueblo mexicano ficticio. Sin embargo, hay que decidir quién de los dos se hará cargo de la presidencia, y lógicamente, no hay nada que decidir. Isabel ha estado involucrada en el club durante toda su vida, aprendiendo todos los detalles de la gestión de su padre y además, es muy amante del fútbol. Por su parte, Chava se presenta como un playboy a quien sólo le interesan la influencia, la fama y la fortuna relacionadas con ser un Iglesias en Nuevo Toledo y que ni siquiera puede identificar en qué extremo de la cancha debe marcar un gol su propio equipo.
No obstante, la lógica no importa nada en esta decisión. Claro que no, porque en el mundo deportivo el machismo reina y es puro machismo el que priva a Isabel del puesto que su compromiso con el club merece. Esta elección junto con un resentimiento entre los hijos Iglesias acumulado desde su niñez, cuando se disputaron el cuidado de su padre, lleva a un baño de sangre (en sentido figurado) que sigue una gran traición perpetrada por Chava.
En este punto, se debería hacer mención honorable de un contrincante que cuenta con mucho potencial para agitar esta contienda: Mary Luz Solari, en nombre de su hijo no nacido. La novia de Salvador padre en el momento de su muerte, Mary Luz es un personaje que provoca mucha sospecha y que demuestra ser sumamente astuta para mantener su posición en el negocio familiar. Ella sabe exactamente cuándo y a quién tiene que cautivar, negociar y chantajear para obtener lo que quiere.
En caso de que todo lo anterior te haya convencido de lo contrario, esta serie se clasifica como comedia. Las carcajadas salen de situaciones ridículas en las que se encuentran los jugadores de la selección (particularmente El Potro y Tony), de la ingenuidad de Hugo Sánchez, un asistente con extraordinaria lealtad a Chava, de la naturaleza socialmente incómoda de Isabel y de las escasas interacciones cordiales entre los herederos Iglesias.
Y no te preocupes si, como Chava, no tienes ningún interés en el fútbol. Los altibajos del equipo son una cuestión casi secundaria que transcurre en paralelo con la trama principal. En su esencia, Club de Cuervos aborda tanto de manera chistosa como seria temas tales como el rol de mujeres en un ambiente masculino, el lado oscuro de la ambición y el verdadero sentido del concepto de familia a medida que se desarrolla la lucha por el Trono de Hier... ehm, perdón, la silla presidencial del club.
Se espera la fecha de estreno de la tercera temporada que ya está grabada.
