Cuando la música se convierte en insulto
/POR Julia Cieslak REVISADO POR Kiara Guevara
Maluma (Juan Luis Londoño Arias, 1994) es un artista musical colombiano que alcanzó la fama en su país con su primer álbum Magia pero que se dio a conocer mundialmente con su canción La temperatura. Maluma compone y canta música reguetón, pero también colabora con diferentes artistas de otros géneros musicales. Es considerado uno de los artitas con más impacto en Latinoamérica y una de las voces respetadas dentro de este género.
La corta trayectoria de Maluma se ha visto envuelta en los últimos meses en una controversia de la que se han hecho los principales medios de comunicación del planeta. Una polémica que se produce como consecuencia de la relación entre su música y la imagen de la mujer. Una campaña en la red social Twitter bajo la etiquieta #mejorsolaqueconmaluma ha servido para criticar abiertamente la foto y el videoclip de la canción Mala Mía donde el cantante aparecía en una cama rodeado de mujeres semidesnudas.
¿Es esta una reacción exagerada para algo que tiene que ver con la música y la cultura latinoamericana? Lo cierto es que desde hace algunos años, sus letras se han aproximado peligrosamente al sexismo y a la misoginia. Un ejemplo de esta afirmación es fácilmente apreciable en la canción Cuatro babys que podría interpretarse como una justificación ante un posible caso de violencia contra la mujer. La letra presenta a cuatro mujeres propiedad de Maluma y se describen como cuerpos impersonales que están a su entera disposición.
Merece la pena investigar un poco y escuchar con detenimiento para entender algunas letras en esta canción y así poder comprender la causa del problema. En primer lugar, leemos y escuchamos “dos son casadas, hay una soltera, la otra medio psico y si no la llamo se desespera”. Las mujeres están clasificadas directamente en función a su estado civil y las retrata como elementos sumisos que harán, en cualquier caso, lo que él ordene. La letra sigue diciendo que “no sé con cual quedarme” pero, en términos realistas, esto se interpreta como un problema menor para alguien como Maluma.
Muchas otras estrofas de la canción resultan claramente inapropiadas e insinúan una relación altamente sexual entre hombres y mujeres. Excluyen un apego emocional, como la amistad, algo frecuente en las relaciones sanas. Maluma, por el contrario, se centra en la sensualidad dando así falsas expectativas de las mujeres y las posibles relaciones con estas.
En la música en general, elementos como el machismo, el sexo o el racismo pueden pasar fácilmente desapercibidos. Mucha gente puede cantar las letras sin ser consciente del mensaje de la canción, pero lo cierto es que la música es una forma artística de expresar opiniones y sentimientos. No atender a estas emociones sería disfrutar erróneamente de la música.
Se deduce que la canción Mala Mía es una justificación de Maluma para su musica en general. Explica que “siempre” ha sido así y “todos lo sabían”. De esta forma, las letras de sus canciones no deberían ser una sorpresa para nadie. La foto de la canción es tal vez un resumen perfecto de su letra, centrada abiertamente en las mujeres, en pasarlo bien y en disfrutar de estas sin importar lo que ellas quieran realmente.
Resulta paradójico que Maluma tiene pareja pero nada parece impedir que el sexo y el machismo sigan presentes en la musica reggaetón.
En octubre de 2018, siete mujeres fueron asesinadas en 48 horas en España como consecuencia de la violencia machista. Sería ilógico concluir que estas muertes han sido provocadas por el machismo presente en la música reguetón, sin embargo, tampoco podemos olvidar que la música es parte de la cultura y tiene una gran influencia en las personas que la escuchan, llegando en ocasiones a traspasar la realidad. Por lo pronto, una medida para reducir la violencia machista sería crear canciones sin ofender ni utilizar a la mujer.
Los artistas tendrían que prestar especial atención a las melodías y letras con las que componen sus productos dada la facilidad con la que se puede llegar a ofender y crear polémica cuando no hay ninguna necesidad de ello.
