«Fast fashion» o «moda rápida»: su impacto ambiental y lo que puedes hacer como consumidor

POR Chyan, A (Global News) TRADUCIDO POR María Requero Anaya

Nuestros armarios están cada vez más llenos, sin embargo, tiramos la ropa cada vez más rápido. La culpa es principalmente de la moda rápida, junto con nuestra adicción al consumo.

«Acabamos de entrar en un ciclo en el que disponemos de una cantidad de productos textiles desmesurada a precios realmente bajos», dijo Kate Black, autora del libro Magnifeco: Your Head-to-Toe Guide to Ethical Fashion and Non-Toxic Beauty (Magnifeco: tu guía completa sobre la moda ética y la belleza no tóxica).

El término «moda rápida» hace referencia a la ropa que está en tendencia, que podemos conseguir tanto en las tiendas físicas como on line, más barata y más rápido que nunca. En lugar de sacar ropa cada temporada, el modelo de negocio que siguen las marcas consiste en introducir novedades constantemente para ver qué es lo que causa tendencia.

Ayesha Barenblat, fundadora y presidenta de la organización sin ánimo de lucro Remake, señala que estamos ante un fenómeno de moda rápida que durará de 15 a 20 años. Algunas de las consecuencias de la moda rápida, tanto en nuestras vidas como en el planeta, empiezan a ser evidentes.

¿Cuáles son algunos de los impactos ambientales?


Producir más cantidad de ropa nueva significa ejercer más presión sobre el medio ambiente, ya que las aguas se contaminan con microfibras y tintes. Se necesitan 2.700 litros de agua para confeccionar una camiseta de algodón, es decir, la misma cantidad de agua que se bebe una persona durante dos años y medio de su vida.

Desde un punto de vista climático, la producción textil genera grandes cantidades de carbono; producir estas prendas emite más gases de efecto invernadero que la navegación y la aviación juntas, añade Barenblat.

Ahora bien, ¿qué pasa con los residuos textiles, es decir, con la ropa que simplemente se tira a la basura o los artículos que no tuvieron una segunda vida? Estas prendas contaminan las aguas subterráneas, contaminan el aire cuando se queman y contribuyen a que se liberen altos niveles de metano debido a su lento proceso de descomposición.

¿Qué puedes hacer como consumidor?


1. Intenta comprar menos ropa. Si crees que no vas a usar la prenda más de 30 veces, Barenblat te aconseja que la dejes.

2. Piénsatelo dos veces antes de destrozar tu ropa. Si está limpia, dónala. Toda. Sí, ¡toda! No te preocupes si está rota o si le falta el par, como en el caso de los guantes o calcetines, dónala igualmente. Se necesitan artículos de uso personal como ropa de cama, toallas e incluso sujetadores de mujer. Si no la puedes vender, dónala también. Los encargados de clasificar los productos están cualificados y sabrán qué camino deben tomar esos artículos de segunda mano. Esto asegura que las prendas estén donde les corresponde en vez de acabar directamente en el vertedero.

«No hay suficiente superficie terrestre para almacenar toda nuestra basura y menos aún para almacenar nuestra basura y también nuestros productos textiles», dijo Black. «Simplemente ponlos en una caja y salva al planeta».

Dado que las donaciones de estos productos textiles se pueden readaptar y usarse con nuevos propósitos, los artículos que se donan ya no tienen por qué limitarse solo a jerséis y a camisetas viejas.

En 2016, la ciudad de Markham (Canadá) estableció contenedores de reciclaje de ropa en los que también se aceptan otros artículos como sábanas viejas y sí, también ese calcetín solitario. La ciudad solo colabora con organizaciones benéficas registradas como The Salvation Army, Diabetes Canada y STEPS to Recovery, las cuales se encargan de los contenedores de dichas donaciones.

Muchas organizaciones benéficas aceptan tus productos en seguida, incluso si están demasiado desgastados o rotos. Sin embargo, no se aceptan artículos sucios o contaminados.

Según la tienda de productos segunda mano de la organización benéfica The Salvation Army, este año consiguieron desviar casi 80 millones de libras (alrededor de 36 millones de kg) de productos textiles de los vertederos locales.

Aunque la cadena privada de tiendas de segunda mano estadounidense Value Village es una empresa con ánimo de lucro, los artículos donados que se venden en sus tiendas financian a las organizaciones sin fines lucrativos con las que colaboran. Además, también trabajan con empresas para deshacerse de los artículos no reciclables de forma responsable.

3. Lava tu ropa con agua fría y déjala secar al aire siempre que puedas. La forma en que cuidamos nuestras prendas también es importante, dijo Barenblat. «Los microplásticos están entrando en nuestro suelo y agua a través de la forma en que lavamos nuestra ropa».