¿Dónde está Europa?

De un tiempo a esta parte parece que hemos perdido a Europa. ¿Dónde está? Desde su creación y a lo largo del siglo XX Europa ha tenido distintos significados. En primer lugar: paz. De hecho, su creación surge como un intento de evitar otro conflicto armado entre europeos después de las dos guerras mundiales. En segundo lugar: democracia. Especialmente para los países del sur: Grecia, España y Portugal, la entrada en la Unión supuso la consolidación y estabilidad de sus democracias después de sufrir terribles dictaduras. Para los países del Este también ha supuesto algo parecido, además de alejarles del área de influencia rusa. En todo este tiempo Europa se ha enorgullecido de sus valores, de su mediación diplomática en conflictos armados y de su defensa de los derechos humanos. Sin embargo, parece que en este 2016 esta Europa ha desaparecido.

De hecho, muchos ciudadanos nos encontramos atónitos ante su creciente egoísmo. La crisis económica ha agudizado la insolidaridad entre los europeos. ¿Por qué? Las medidas para evitar la llegada de refugiados y solicitantes de asilo en distintos países europeos deberían avergonzarnos. La imposibilidad de cerrar un acuerdo para el reparto de refugiados y el último acuerdo con Turquía también. ¿Es esto lo que queremos realmente? ¿Dejar morir a personas inocentes que huyen de conflictos armados? Lugares como Idomeni y Lesbos han pasado a la actualidad informativa de forma triste. Son las puertas de Europa, no deberíamos avergonzarnos de ellas.  

Por un lado los políticos europeos están demostrando poca sensibilidad, anteponiendo sus intereses nacionales o incluso de su propio partido. Por otro lado los ciudadanos europeos con nuestra indiferencia y nuestros votos parece que estamos apoyando estas medidas. El reciente acuerdo entre la UE y Turquía supone la devolución a Turquía de cualquier persona que entre en Grecia de manera irregular, aunque se trate de refugiados huyendo de una guerra. Este acuerdo debería provocar el rechazo de los ciudadanos, ya que traiciona los valores tradicionales europeos de fraternidad y solidaridad. Además, da muestras de hipocresía, ya que la UE ha criticado en el pasado la negativa de otros países a acoger refugiados huyendo de países en guerra.  ¿Cuándo se volvió así Europa? ¿Dónde está la Europa democrática, justa y pacifista que tanto idolatrábamos? Esperemos recuperarla pronto. Esa debería ser nuestra Europa.